Teleservicios, ¿dígame?


Servicios a domicilio, una fórmula de negocio rentable, aplicable a cualquier sector

Telepizza descubrió la eficacia del servicio a domicilio y muchas empresas han seguido sus pasos. Regalos, masajes, enseñanza... Hoy en día cualquier cosa se puede conseguir descolgando el teléfono, gracias a emprendedores que han visto el beneficio de moverse por el cliente.

El ritmo de vida actual hace difícil compatibilizar nuestra vida profesional con la personal. A veces, resolver alguna pequeña avería en casa, ganar tiempo para hacer la compra o, simplemente, tener la posibilidad de hacer las tareas del hogar, se convierte en una misión imposible.

En estas necesidades domésticas, muchos empresarios han encontrado su oportunidad de negocio: poder ofrecer al cliente, por medio de una llamada telefónica, el canguro para los niños, el alquiler de sus películas favoritas o pienso para las mascotas.

Son las llamadas empresas de teleservicios, que se distinguen, no por los artículos que ofertan, sino por la forma que tienen de trabajar. Estos negocios permiten al cliente recibir un determinado servicio o producto en su propio domicilio, sin moverse de casa, y sólo llamando por teléfono. Este sistema fue introducido por Telepizza hace 18 años y mucho se ha repartido desde entonces.

En principio, la mayoría de empresas se dedicaba a llevar un producto a domicilio pero, hoy en día, esta forma de negocio se ha extendido y podemos diferenciar dos tipos: las que llevan un artículo a casa y las que prestan y realizan servicios a domicilio. Actualmente, estas últimas son las más numerosas en el panorama de los teleservicios. Masajes, enfermería, asistencia doméstica, enseñanza escolar, gimnasia en casa, etc. La lista de actividades que se ofrecen a domicilio es eterna, pero siempre se puede seguir innovando en un ámbito tan amplio como éste. No hay que olvidar que hablamos de una forma de negocio, no de un sector en concreto.
Modelo al alza El número de empresas que optan por esta fórmula está creciendo. Aunque es difícil dar cifras económicas del volumen que generan, al no pertenecer a un sector concreto, sí podemos afirmar que las enseñas que optan por comercializar sus productos y/o servicios a través de pedidos telefónicos, crece cada año.
Como dato significativo, en España existen 11 redes de franquicias que trabajan como ‘servicio a domicilio’ y el número de establecimientos va en aumento, siendo ya 108 locales de teleservicios en España, según la consultora Tormo & Asociados. Telesolarium (solarium a domicilio), Edades (servicios sociales en casa), The Big Orange (videoclub a domicilio) y Autopizza (servicio de comida) son algunas de estas redes.

Inversión asequible. Para empezar, estos proyectos son sencillos de gestionar y no necesitan grandes inversiones. Es el caso de Gym Home, el entrenador a domicilio, y Mami Cocina, para los que Loles Vives y Carmen Ruiz, sus respectivas creadoras, no superaron los 3.000 euros en la inversión inicial.
Conocimiento de causa. Muchas de las ideas que inspiran la creación de un teleservicio nacen de la propia experiencia personal de sus promotores. Con frecuencia, los creadores de las empresas, siendo primero consumidores, tuvieron determinadas necesidades en momentos concretos y decidieron suplirlas ellos mismos. Pero no todas esas demandas personales son susceptibles de convertirse en teleservicios rentables.
Sus deseos son órdenesUna conocida máxima comercial dice que el cliente siempre tiene la razón, es el que manda. Por ello, tras ver qué queremos ofrecer, es fundamental estudiar la acogida que tendrá ese teleservicio. Antes de lanzarte a emprender, debes estudiar la viabilidad de la idea y, para ello, debes tener en cuenta los siguientes puntos:
Existencia generalizada de la necesidad que pretendemos cubrir. “Que nosotros tengamos una necesidad no significa que los demás también”, explica Carmen Ruiz, que realizó encuestas antes de empezar Mami Cocina y que considera “fundamental utilizar alguna herramienta de medición”. De la misma opinión es Eduardo Aguilar, el creador de Tele Mascota, que hizo un sondeo en la zona en la que ubicaría el local “para ver la acogida que tendría”. Tras definir nuestro target y hacer una estimación de nuestros potenciales consumidores, nadie mejor que éstos te dirán si debes empezar o mejor deshechas la idea.

Originalidad de la propuesta. Quien da primero, da dos veces, y Loles Vives ha demostrado con creces que ese dicho popular es real. Su empresa, Gym Home, empezó a “ofrecer servicios de entrenador a domicilio cuando esta actividad no era conocida en España”, recuerda Loles. Esta novedosa idea se consolidó y, ahora, es una exitosa agencia de entrenadores personales. Pero hay que ser prudentes. A veces, por buscar la innovación ante todo, perdemos de vista que hay servicios y artículos que no son susceptibles de venderse por teléfono.

Estudiar la competencia existente. Eso es lo que hizo Sebastián Triviere cuando, en 2003, pensó que sería exitosa una empresa de profesores a domicilio. Para ello, primero estudió la competencia y “ese análisis, dejó al descubieron las debilidades y fortalezas de los que ya hacían una labor parecida”. Creó Educa-System, empresa de enseñanza a domicilio que mejoraba las características de las ya existentes.
Dentro de ese estudio, hay dos puntos fundamentales: no perder de vista las empresas ya consolidadas que ofrecen el servicio de entrega a domicilio como valor añadido, por un lado y, por otro, conocer los proyectos que han fracasado desarrollando esa actividad para no tropezar en la misma piedra.

María José Sánchez.
empendedores

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