La saga de Zara


Ortega cambia de planes

El año 2003 marcó a Amancio Ortega, el patrono de Inditex. En esa fecha se dio cuenta de que su imbatible modelo de negocio mostraba las primeras fisuras. Y que había que ponerse a trabajar para corregir los fallos de gestión –y relevar a sus responsables–, a menos que quisiera asistir al lento declinar de su empresa. De esta convicción nació el proyecto de reorganizar Inditex. Parecía cada vez más evidente que la organización existente no estaba preparada para la creciente complejidad de las operaciones: sus 2.000 tiendas en más de 50 países repartidas por ocho cadenas empezaban a crear auténticas pesadillas en materia de coordinación. Además estaba el problema de la sucesión. Ortega, que durante años confiara en Juan Carlos Rodríguez Cebrián, su sobrino político y director general, y José María Castellano, consejero delegado, cada uno en su área de influencia, no los veía ahora en el puesto tope del grupo. Es decir, que Castellano tendría que ceder las funciones ejecutivas que ejercía a un consejero delegado externo para acceder a una vicepresidencia y que Cebrián tendría que olvidar los sueños de suceder a su tío.

El sobrino que iba para heredero

Juan Carlos Rodríguez Cebrián se reveló pronto como el segundo patrón de Inditex. Basta con ir al organigrama de la empresa del año pasado para comprobar quién mandaba en la cocina de la casa: Cebrián. De él dependían y a él reportaban los responsables de las cadenas. Si algo ocurría en algún sitio de la compleja cadena, en algún lugar del mundo, el primero en saberlo era él, que luego se lo comunicaba a su tío. También dependían de él los Sistemas y los Recursos Humanos y las áreas de Expansión y Logística. Así que cuando su tío le comunicó que la nueva estructura, además de un consejero delegado, tendría varios directores generales, Cebrián se sintió traicionado y presentó su dimisión. Que su tío le aceptó.

Boda en la cúpula empresarial

Ortega conoció a su actual esposa, Flora Pérez Marcote, cuando trabajaba en Inditex. Años después, aún casado Ortega con Rosalía Mera Goyeneche, el empresario empezó a convivir con Flora. Pero, según algunas publicaciones, tuvieron que pasar unos 15 años hasta que pudieran casarse. En mayo de 2001 Inditex salía a Bolsa y unos meses después se celebraba la boda. Parece claro que la clarificación patrimonial y organizativa del imperio Inditex, en los días anteriores a la OPV, era necesaria tanto para que Ortega pudiera sacar su empresa al parqué como para separarse de su primera esposa. En diciembre, Flora Pérez Marcote entraba en el consejo de Inditex en representación de Gartler, la sociedad patrimonial de Ortega. Además, Flora Pérez tiene también dos hermanos en el equipo de mando de la compañía gallega, un grupo de unas 25 personas que deciden la estrategia y el día a día de Inditex.


Via: Dinero

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