Reflexiones sobre la economía mundial en la era post-pandemia
No es el caso de la Unión Europea donde puede que nos enfrentemos a un verano nada halagüeño. Acuérdense que a mediados de diciembre la Unión Europea anunciaba que la inmunidad de grupo se alcanzaría durante el verano (entre julio y septiembre) de manera que se pudiesen levantar las restricciones y que la economía, por fin, “levantase” de nuevo el vuelo. Para millones de empresas que en países como Italia, Grecia y España de manera directa o indirecta están en el sector turismo esto hubiese sido un gran alivio después de un año a cero, pero con el ritmo exasperante de vacunación no llegamos ni de broma. A fecha de hoy, con el ritmo actual, solo el 15% de la población está vacunada. La nueva ola de casos en la Unión Europea significa que es probable que estas transiciones lleguen más tarde. Además nuevas variantes del coronavirus y otros riesgos amenazan ese cronograma ya de por si preocupante. Así que Europa es otro tema. Bruselas es optimista, pero ¿Quién les otorga crédito?
La economía mundial se ha recuperado de los mínimos de 2020 (los mercados bursátiles también lo han hecho, aunque de diferentes maneras), pero su dirección futura es algo confusa.
Aun así, la débil demanda sigue amenazando el crecimiento de las empresas, y la pandemia sigue siendo el mayor riesgo para el crecimiento de los países.
El dato positivo de la productividad
La productividad ha sido durante mucho tiempo un punto débil en el crecimiento mundial, pero según McKinsey & Company, la crisis podría haber iniciado un aumento de la productividad. A medida que las empresas se han desplazado rápidamente a los canales online, las tareas de producción automatizadas, el aumento de la eficiencia operativa y el aumento de la toma de decisiones y la innovación de los modelos operativos, la productividad también aumentó y puede haber más crecimiento en las ventas por canales tradicionales. Una nueva investigación del McKinsey Global Institute revela que existe el potencial de acelerar el crecimiento anual de la productividad en aproximadamente un punto porcentual en el período que llega hasta el 2024. Lo que está en juego es alto. Un punto porcentual de crecimiento adicional de la productividad anual en cada país hasta el 2024 implicaría un aumento del PIB per cápita que oscilaría entre los 1.500 dólares en España y los 3.500 dólares en Estados Unidos.
¿Cuándo terminará la pandemia?
Seamos optimistas, pero el camino es todavía duro. Es un dato objetivo, que la caída de los casos de COVID-19 en gran parte del mundo en las últimas diez semanas indica un nuevo amanecer en la lucha contra la enfermedad. También que las vacunas están demostrando ser eficaces y escalar rápidamente, doblando la curva en muchas geografías. Pero no deja de ser un amanecer frágil, con la transmisión y las muertes todavía altas, el acceso desigual a las vacunas, y las variantes.
Reino Unido y Estados Unidos han comenzado una transición hacia la normalidad. Todo apunta que esta transición continúe en el segundo trimestre de 2021 y probablemente veremos muchos aspectos de la vida social y económica volver a la normalidad pre pandémica, en consonancia con el plan de reapertura escenificado por el Primer Ministro del Reino Unido, Johnson.
Muchos países de la Unión Europea se han enfrentado recientemente a contratiempos: menos dosis en (que en el Reino Unido o Estados Unidos), una nueva ola de casos y nuevos encierros. La transición hacia la normalidad en Europa llegará el segundo o tercer trimestre de 2021. El momento probablemente variará según el país, dependiendo de la aceleración de los suministros de vacunas, el impacto de las vacunas en las tasas de hospitalización y la aparición (o no) de nuevas “olas” impulsadas por nuevas variantes del covid.
La inmunidad de rebaño, el segundo punto final, es más probable en el tercer trimestre para el Reino Unido y los Estados Unidos y en el cuarto trimestre para la Unión Europea, con la diferencia impulsada por una disponibilidad de vacunas más limitada en la Unión Europea.
Pero volvamos a los argumentos optimistas. En las últimas semanas estamos viviendo varios acontecimientos importantes:
Las vacunas funcionan. Tenemos cada vez más pruebas de que las vacunas son eficaces. Los datos de Israel y el Reino Unido validan los resultados de los ensayos clínicos al mostrar una fuerte reducción de las hospitalizaciones y muertes.
El despliegue de la vacuna está mejorando. Los programas masivos de inoculación se han acelerado, especialmente en el Reino Unido. Igual de importante: el sentimiento sobre la adopción de vacunas está mejorando.
Vienen más vacunas. La vacuna de un solo disparo de Johnson & Johnson parece ser altamente efectiva contra el COVID-19. La vacuna de Novavax está ahora en ensayos de fase III; los resultados preliminares sugieren que ha sido altamente eficaz en el Reino Unido. Todo esto deja cada vez más claro que el Reino Unido y los Estados Unidos tendrán suficientes dosis para vacunar a todos los adultos al final del segundo trimestre, y Europa debería alcanzar el mismo hito al final del tercer trimestre, suponiendo que no se retiren vacunas importantes.
Las terapias están preparadas. Una nueva ola de terapias COVID-19, incluidas las de Eli Lilly, Merck-Ridgeback y Vir Biotecnología han producido datos positivos o recibido autorización de uso de emergencia. Los datos emergentes de estos tratamientos sugieren que tienen el potencial de reducir materialmente las hospitalizaciones y muertes por casos que ocurren, acelerando una transición hacia la normalidad.
Los nuevos casos y muertes son menores (pero siguen siendo altos). Los nuevos casos, hospitalizaciones y muertes han disminuido drásticamente, en un 79% y un 89%, respectivamente, en los Estados Unidos y el Reino Unido, por ejemplo. En España las cifras son similares.
EE.UU. emerge como el principal motor para la recuperación económica mundial
Según el Washington Post, EE. UU emerge como el principal motor de la recuperación económica mundial, debido a la creciente demanda de bienes y servicios que este año se extenderá mucho más allá de las fronteras estadounidenses, convirtiendo a Estados Unidos en el mayor contribuyente al crecimiento global por primera vez desde 2005, según Oxford Economics, informaba el diario estadounidense.
“El ascenso estadounidense termina, al menos por ahora, el largo reinado de China como el principal motor que impulsa la economía mundial de 90 billones de dólares”.
El gasto de la administración Biden, reflexiona el WP, junto con las tasas de interés ultra bajas de la Reserva Federal, está impulsando el naciente auge estadounidense y elevando a otros países, donde los gobiernos no han respondido tan agresivamente a la pandemia. Mientras los estadounidenses gastaban sus cheques de estímulo gubernamentales de 600 dólares en enero en muebles, computadoras portátiles y ropa, Estados Unidos importó un récord de bienes por valor de 221.000 millones de dólares. Y eso fue antes de una ronda de cheques de 1.400 dólares en marzo.
Outlook
Estados Unidos recuperará sus niveles de PIB anteriores a la pandemia a finales de 2021 gracias al despliegue de las vacunas, la reapertura de empresas, el aumento del gasto de los consumidores y a los importantes estímulos fiscales que aplicará la nueva Administración. El número de insolvencias en Estados Unidos en 2020 fue inferior al previsto al comienzo de la pandemia. No obstante, las empresas con liquidez limitada tras los confinamientos de 2020 y afectadas por los cambios en la demanda son especialmente vulnerables a las insolvencias. La posible revocación de los aranceles impuestos por la anterior Administración tendría un claro impacto en la oferta y la demanda. El aumento de las importaciones extranjeras podría generar una pérdida de puestos de trabajo, si bien la reducción de costes de los bienes intermedios permitiría a los productores estadounidenses mejorar su competitividad. En principio, el resultado neto de estos dos efectos sería beneficioso para el desempeño de la economía estadounidense en su conjunto.
La economía mundial se recuperará en 2021 de la gran recesión económica que tuvo lugar en el primer semestre de 2020, causada en gran medida por el impacto de la pandemia. Sin embargo, el ritmo de la recuperación dependerá en gran medida de la efectividad de los planes de vacunación y el final de los confinamientos. El apoyo fiscal y monetario será crucial para sostener la actividad. No obstante, el deterioro económico provocado por la pandemia se dejará sentir con mayor fuerza en 2021 en los mercados laborales, las cifras de fracaso empresariales y la posición fiscal a medio plazo de los países.
De acuerdo con las previsiones de la aseguradora de crédito, las economías avanzadas crecerán un 3,9% en 2021, deshaciendo en gran medida la caída acumulada del PIB en 2020. Parte de las incertidumbres que se cernían sobre el mercado global han desaparecido. En Estados Unidos, se espera que la nueva Administración siga una política más ortodoxa. Por otro lado, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Reino Unido supondrá mayores barreras comerciales, pero pone fin a la posibilidad de un Brexit duro.
El apoyo monetario de los bancos centrales se prolongará hasta bien entrado 2022 para apuntalar la recuperación económica causada por la pandemia. En la primavera de 2020, la Reserva Federal redujo rápidamente los tipos de interés, anunció una flexibilización cuantitativa ilimitada y apuntaló los mercados con liquidez, incluidos los préstamos directos a las pequeñas empresas. El Banco de Inglaterra actuó de forma similar mientras que el Banco Central Europeo fue un poco más gradual y omitió los préstamos directos. En los mercados emergentes, los bancos centrales de China, India y Brasil pusieron en marcha recortes de tipos y programas de liquidez.
De acuerdo con el último Economic Outlook, difundido por el principal operador de seguro de crédito en España, esta relajación de la política monetaria está amortiguando el impacto de la crisis por varias vías. En primer lugar, permite a los gobiernos endeudarse a tipos bajos o incluso negativos y reduce los diferenciales de rendimiento entre los países de la eurozona. En segundo lugar, parte del dinero bombeado al sistema va a parar a los mercados de valores. En tercer lugar, se alivia la financiación empresarial al evitar el endurecimiento de las condiciones crediticias y la subida de los tipos naturales en una recesión.
El 60% de las empresas españolas sufren el impacto negativo de la morosidad en su cuenta de resultados y el 10% afirma que corre el riesgo de cerrar por el impacto de los impagados. Esta es la foto fija de la morosidad que ofrece el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, en el que han participado los gestores de cerca de 700 empresas de todos los tamaños y sectores.
La economía china se expande casi un 9% en 2021. En contra de la recesión mundial, la economía china ya creció un 2,3% en 2020. La recuperación se aceleró en los últimos meses del año, apoyada por el fuerte crecimiento de las exportaciones de bienes en el cuarto trimestre. En el medio plazo, sin embargo, se espera una ralentización del crecimiento. De acuerdo con las estimaciones de Crédito y Caución, entre 2022 y 2025, la evolución del PIB se situará por debajo del 5% anual, debido a las continuas tensiones con Estados Unidos, el impulso hacia la autosuficiencia, la elevada tasa de ahorro, el rápido envejecimiento de su población y el exceso de capacidad en varios sectores industriales. Aunque el riesgo de una crisis financiera sistémica es bajo, un repunte del crédito aumentaría los riesgos de impago de las empresas chinas en los próximos años.
A pesar de la profunda recesión provocada por la pandemia del Covid-19, en 2020 no se produjo el previsible aumento de las insolvencias globales. A nivel mundial, el número de quiebras se redujo un 14% en 2020, con sensibles caídas en algunas de las economías europeas de mayor tamaño como España (-14%), Alemania (-17%), Francia (-40%) o Reino Unido (-27%). Turquía e Irlanda fueron los dos únicos países de nuestro entorno en los que las quiebras aumentaron en 2020. En Turquía, las empresas se enfrentaron a condiciones de financiación más estrictas y a un apoyo gubernamental limitado. En Irlanda, el aumento apenas alcanzó el 1%.
Dos factores pueden explicar la sorprendente tendencia de disminución de las insolvencias. En primer lugar, muchos países introdujeron cambios en su legislación para proteger a las empresas de la quiebra. En segundo lugar, los gobiernos de todo el mundo han adoptado medidas de estímulo fiscal para contrarrestar los efectos económicos adversos de la pandemia y apoyar, en particular, a las pequeñas empresas.
Emiratos Árabes Unidos e Israel han firmado un histórico tratado que supuso la normalización de sus relaciones diplomáticas y económicas. Los cinco meses posteriores han propiciado acuerdos entre sus agencias de crédito a la exportación y cámaras de comercio, la apertura de embajadas, la operativa de vuelos comerciales regulares y unos 280 millones de dólares en comercio mutuo. Según diversas fuentes, a medio plazo el comercio bilateral podría alcanzar entre 4.000 y 6.500 millones de dólares, lo que supone entre el 1% y el 1,5% del PIB de cada país.
Fuentes utilizadas para la elaboración del artículo: McKinsey & Company y Crédito y Caución/ https://smart-lighting.es/
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