Operación Triunfo un negocio redondo


Operación Triunfo ha vuelto este año a la televisión en su carta edición, cambiando para ello de cadena (ha pasado de Televisión Española a Telecinco), de presentador (Jesús Vázquez ha sustituido a Carlos Lozano), de director de academia (Kike Santander ha sustituido a Nina)… y de poco más. La mecánica es la misma que en ediciones anteriores: un grupo de chicos y chicas (bien parecidos) encerrados en una Academia donde reciben clases y preparan números musicales que interpretan en una gala semanal. El público va seleccionando a sus favoritos hasta lograr un ganador. Y ya está.
Con este planteamiento tan sencillo,
Gestmusic (la productora que puso en marcha el formato) logra un rendimiento fantástico, y todo gracias a la búsqueda descarnada del beneficio. Veamos algunos ejemplos:
El público tiene que salvar, semana a semana (y son muchas!) a uno de dos concursantes seleccionados. Para ello, puede llamar a un teléfono de pago o enviar mensajes SMS. Durante la gala, son constantes los llamamientos del presentador para votar.

El público también puede votar por sus favoritos, que eluden la nominación del jurado. También por teléfono o SMS. Tampoco el presentador deja pasar ninguna oportunidad sin solicitar estos mensajes.
Los productores idean un programa post-gala, llamado “El Chat”, en la que los concursantes reciben y contestan mensajes tanto SMS como de voz. Durante el programa son permanentes las invitaciones a llamar o enviar mensajes, con concursos tan absurdos como “enviar TANGA y un color al 5557 para adivinar el color del tanga de esta concursante”.
En colaboración con Carrefour, se lanza un reproductor MP3 “Operación Triunfo”, de venta en dichos centros comerciales.
Cada dos semenas, se edita y se pone a la venta una revista acompañada de un CD con las canciones interpretadas por los concursantes.
Los chicos graban un disco con canciones de musicales en el que se incluyen (¿casualidad?) temas de algunos espectáculos que actualmente están en cartelera.
Las imágenes de la vida en la Academia están salpicadas constantemente de productos estratégicamente situados (los alimentos que toman, las máquinas de vending de la cocina…) o, directamente, de carteles promocionales (ropa, maquillaje y peluquería, etc.)
Un portal de internet centraliza toda la información del concurso (salteada con la adecuada publicidad de los teléfonos de pago, los productos del concurso, los tonos, politonos y sonitonos de OT…)

Sin olvidar, claro, la orientación por parte de los productores de los estilos de los concursantes (la “sensual” Edurne, el “guapo” Fran, la “flamenquita” Lidia, el “adolescente tierno” Sergio, el “rockero” Victor…), y la constante alabanza de sus virtudes (“es que eres muy bueno, es que vas a triunfar, es que…”), dirigiéndose sin vacilación hacia distintos públicos objetivos.
Por último, la mecánica del concurso (dejando al público la última opción sobre quién sigue y quién se queda) asegura que los que alcancen el momento final (y por lo tanto sean premiados con la grabación de un disco) sean los más apoyados por un público dispuesto a dejarse el dinero en llamadas y, por supuesto, en un disco independientemente de su calidad.
Para la cadena también es un gran negocio: el programa les asegura no sólo la gala semanal (que este verano ha batido en audiencia a las series Perdidos y 24 horas emitidas por la competencia) y los resúmenes diarios, sino material para sus tertulias de mañana, de tarde, de noche y de fin de semana. Las mismas imágenes, repetidas una y otra vez, generan ingresos publicitarios por partida quíntuple.

Operación Triunfo, un negocio redondo. ¿Y limpio?

Consultor Anónimo. Elblogsalmon

Comentarios

Adal ha dicho que…
Es un negocio total. Pero surgen cantantes como Edurne precisamente, que aun despues de 12 años de OT, se mantiene.
dong ha dicho que…
Los productores idean un programa post-gala, llamado “El Chat”, en la que los concursantes reciben y contestan mensajes tanto SMS como de voz. Durante el programa son permanentes las invitaciones a llamar o enviar mensajes, con concursos tan absurdos como “enviar TANGA y un color al 5557 para adivinar el color del tanga de esta concursante day noi mi